Poder lograr construir un buen amor: eso es lo que todos perseguimos en la vida, no hay duda. Pero la experiencia muestra que en general, antes de lograr un amor sano y productivo, tenemos que pasar por experiencias no muy gratas, por malas elecciones, o por situaciones de mucho dolor y abandono.

 

Entonces: una parte importante de nosotros pasamos por zonas de malestar en el territorio de la vida amorosa, es casi inevitable y es parte del crecimiento. La diferencia radica en los que hacen un aprendizaje de lo vivido y salen fortalecidos, o los que se pasan la vida repitiendo modelos de amor enfermos que les hacen daño.

 

La mejor herramienta para lograr un buen amor es ir de apoco: tomarnos el tiempo necesario para conocer a la persona que tenemos al lado, evaluar como es esa persona con su entorno. La pasión nos empuja a ir a un ritmo alto, pero tenemos la responsabilidad de ser mesurados, de ir tranquilos, los buenos amores navegan por aguas serenas.