Tener un hijo es una tarea bastante sencilla, ocuparse y ser responsables de ellos es un mundo aparte. Ser padres es comprender desde los huesos que para que esos niños se desarrollen sanamente y fuertes precisan de nuestro acompañamiento permanente. Y no hablo de una sobreprotección incapacitante. Pero sí de entender que el mundo para esos niños es algo desconocido, que lo van incorporando gracias a su maduración psicobiológica y a que estamos nosotros para complementarlos en ese conocimiento: educar es eso.

 

Educar es, vía amor y limites, hacerles entender el juego de códigos y valores que hay en el mundo, y blindarlos de anticuerpos para lo negativo del ser humano, porque se van a topar con eso, y tienen que saber defenderse y hacer valer su palabra y criterios. Y para eso es central el ejemplo: somos el modelo de lo que enseñamos, si no hay coherencia entre lo que digo y hago…esos niños no van a incorporar los valores sociales. Ser responsables es ser conscientes de lo que representamos para ellos.